Un hombre, llamado Lázaro, había
caído enfermo. Era natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana
Marta.
Sobre el amor de la
amistad, la antigüedad nos presenta sus dos tipos en Damón y Pitias, en Pílades
y Orestes: pero los ejemplos más bellos se nos presentan en las Sagradas
Escrituras en la amistad entre David y Jonatan: amistad que hizo brotar
aquellos lamentos sublimes al Profeta, después de la desafortunada muerte de
Jonatan: Montañas
de Gelboé: Ni lluvia ni rocío sobre vosotras, campos de perfidia, porque allí
fue deshonrado el escudo de los héroes. ¡Cómo cayeron los héroes en medio del
combate! ¡Jonatan! Por tu muerte estoy herido! Un ejemplo aún más elocuente del amor de amistad es aquello
que se nos presenta en los Santos Pedro y Pablo, de quien cuenta la Iglesia que
vivieron unidos.
Pero
todos estos amores no son que amores estrechos y limitados, porque estrecho y
limitado es el corazón del ser humano. Ellos no son que amores pasajeros,
porque cada criatura, en esta tierra está de paso, como dice Job, ya que pronto
seca como hierba. Volubles e inciertos son estos amores, además, porque voluble
e incierto es el corazón del ser humano, no pudiendo en ello ponerse ninguna
justa confianza, según la expresión de la Biblia: Maldito sea quien confía en el hombre. Pero, ¿quieren Ustedes
conocer dónde se encuentra el Amor en un grado sumo e infinito? ¡Miren allá,
aquel Corazón Santísimo! ¿Ven las flamas que lo rodean? ¿Ven la herida que lo
descuartiza, la sangre que le moja? ¿Y las espinas que le traspasan, la luz que
irradia?
Jesús
nos ama con amor de amigo. Él mismo lo dijo a sus Apóstoles: Yo os llamé amigos. Lo dijo a todos los
que observan sus mandatos. Durante su vida mortal bien demostró cuánto fuese
amigo de todos. Y como el carácter de la amistad verdadera se conoce en las
tribulaciones, esta fue justamente la amistad de Jesús. Siempre él estaba entre
los atribulados, con los pobres. Cuando le anunciaron un día que Lázaro había
muerto, Jesús contestó: Nuestro amigo
Lázaro se ha dormido. Y para demostrar cuánto era viva en su corazón la
amistad, él lloró.
Vol. 10 cap. 39 archivo 1822
